Veo sobre una mesa un cartón con dibujos de cristales, lo cojo, le pregunto a Montse: ¿a tí también te gusta trabajar con los cristales?. Ella me parece que no sabe de que le estoy hablando. Acto seguido veo un cristal enorme, como el puño de una mano, sobre la mesa. Lo tomo en la palma de mi mano para admirarlo, tenía puntas de color azul verdoso, extremadamente brillantes. Mientras lo veo me doy cuenta de que sale humo blanco del cristal y a su vez este se va deshaciendo.
Pienso:que pena, lo dejaré para que no se deshaga. Montse lo pone delante de una luz y continúa sacando humo.
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