Marcel Vogel (1917-1991) Científico e Inventor. Trabajó para la IBM por 27 años y durante este tiempo acumuló la autoría de más de 100 patentes.
En su trabajo desarrolló nuevas aplicaciones de los cristales de cuarzo, en otras palabras sus inventos tuvieron aplicación en la tecnología de la sílice, que es el fundamento de los computadores. Paralelamente hizo otra contribución muy importante, que en adelante serviría de puente entre la ciencia y el Espíritu: desarrolló una forma particular de cortar los cristales de cuarzo, que incrementó su poder exponencialmente.
Vogel había comprobado que cuando apuntaba con un cristal hacia una persona, ese cristal parecía amplificar sus pensamientos y emociones, y podía llegar a inducir estados alterados de conciencia. Sabía que, en electrónica, la forma en que se corta un cuarzo es crucial para que pueda llegar a desempeñar correctamente su tarea. Su incógnita era “si se pretende usar un cuarzo para sanar y transformar a un hombre, ¿cuál es la forma más adecuada de tallarlo? La respuesta no tardó demasiado. “Un día”, dice Marcel Vogel, me desperté y, todavía en el umbral del sueño, apareció ante mis ojos la figura del “Árbol de la Vida”. Yo no sabía nada sobre este símbolo de la Kabbalah, pero supe instantáneamente que debía imitar esa forma sagrada para tallar mis cristales.
A Vogel le tomó casi un año completar su primer juego de cuarzos, que originalmente fueron de cuatro caras. Posteriormente fundó el Instituto "Psychic Research Inc.," una institución sin ánimo de lucro, donde continuó con sus investigaciones. Se tallaron allí cuarzos de seis caras. A algunos de ellos les perforó un pequeño orificio, por el que introducían algunas substancias como: anestésicos, medicamentos, o esencias homeopáticas y florales. Comprobó entonces que el cristal de cuarzo tomaba la vibración de la sustancia y la amplificaba, multiplicando los efectos.
A lo largo de sus experiencias comprendió Vogel que, el fenómeno de los cristales, tenía mucho que ver con aquel aspecto que había sido el eje de su vida: el amor incondicional. “Los cristales de cuarzo” afirmaba él, “toman la frecuencia del amor, la amplifican y la trasmiten. Su poder es el poder mismo del amor, que es la fuerza más poderosa, curativa y transformadora que existe. ”
Una de las incógnitas de Vogel era saber si el número de facetas talladas en un cuarzo hacía alguna diferencia. Pensaba que: “si el cristal de cuarzo es un transformador, tomará la vibración que tú o yo generamos y la llevará a un nivel donde podamos observar y medir su aspecto eléctrico”. Luego de muchos experimentos descubrió que: “a mayor número de caras, corresponde una mayor capacidad de almacenar fuerza. El cristal recibe una carga determinada y esta rebota alrededor de las caras. De la cantidad de veces que pueda rebotar depende el grado de multiplicidad de sus reflexiones internas. Con un cristal de ocho caras se obtienen millones de reflexiones internas, y, con uno de cuatro caras, miles de ellas”.
Estas experiencias llevaron a Vogel a tallar cuarzos de 8, 16 y hasta 33 caras. Solo existen unos pocos de estos últimos, pero se ha probado que son increíblemente poderosos. Se les puede cargar con paz, bienestar, amor y armonía y los resultados son sorprendentes. Recientemente el equipo de Vogel ha tallado un cuarzo con 88 caras, que fue un encargo especial hecho por un grupo que desea usarlo como herramienta para armonizar la retícula electromagnética que rodea la Tierra.
El modelo clásico, ahora llamado “Cristal Vogel”, tiene 4 facetas cóncavas intercaladas entre varias facetas tradicionales planas. En sus extremos opuestos lleva dos terminaciones, una masculina y otra femenina, cada una tallada con 24 caras. Así integra este cuarzo las propiedades: del cristal de cuatro caras con el de 24 caras. Pero en la práctica las trasciende ambas, por al poder adicional que aportan sus facetas cóncavas.
Una nueva generación de cristales, con facetas cóncavas, está siendo producida ahora. Los resultados han sido espectaculares. Por ejemplo: por medio de un cuarzo tallado con 36 caras en sus extremos se ha logrado conectar la parte física de un hombre con la divinidad de su alma. Sostener en las manos un cristal de este calibre induce a una experiencia mística que va más allá de las palabras. Se podría decir que el mismo cuerpo se transforma en una impresión líquida de felicidad, amor y reverencia.
Limpieza de los cuarzos
Muchos textos dicen que para limpiar los cuarzos y gemas hay que usar agua con sal. Marcel Vogel nunca estuvo de acuerdo. Encontró que la sal raya la superficie de los cuarzos, que es donde se encuentra la programación. Además deja en su superficie una película que opaca el cristal.
Su recomendación para limpiar los cuarzos y gemas es la siguiente:
Para comenzar pida la asistencia del Logos Planetario y de los devas de ese mineral.
Luego tome una inhalación profunda, y enfoque su atención, e intención en limpiar el cristal. Exhale por la nariz pulsando el aliento sobre el cuarzo y afirmando su intención de limpiarlo de cualquier carga negativa.
Cargar un cuarzo o una gema
Cuando desee cargar cristales de cuarzo o gemas preciosas, ayuda mucho traer a la mente una experiencia de amor que se haya vivido. Así es más fácil afinarse en la frecuencia correcta.
Luego inhale amor y exhale ese amor pulsando el aliento y dirigiéndolo hacia el cuarzo, o la gema que desea cargar.
Programar un cristal de cuarzo
Tome el cristal con su mano dominante, colóquelo de modo que la punta esté apuntando a la palma de su mano. Escoja el aspecto que desee imprimir como programación, puede ser: amor, paz, alegría, salud, armonía, etc. También es posible usar esencias florales, o símbolos de Reiki.
Luego, manteniendo el enfoque en la vibración escogida, dirija el aliento hacia la gema, en la forma antes descrita.
El amor es el ingrediente secreto
El mayor legado de Marcel Vogel fue haber probado, por medio de una metodología científica impecable, que los cristales de cuarzo y las gemas preciosas son moduladores y amplificadores de frecuencias, que, si están afinados correctamente, pueden convertirse en instrumentos muy poderosos para la sanación y la transformació n de un hombre. Pero según Vogel, para obtener buenos resultados no es suficiente con usar un cuarzo. Es necesario que previamente a ese cuarzo se le haya cargado con la frecuencia del amor. Marcel Vogel siempre decía: “El amor es el pegamento que integra el universo, y toda curación es solo consecuencia de una proyección de amor”.
En su trabajo desarrolló nuevas aplicaciones de los cristales de cuarzo, en otras palabras sus inventos tuvieron aplicación en la tecnología de la sílice, que es el fundamento de los computadores. Paralelamente hizo otra contribución muy importante, que en adelante serviría de puente entre la ciencia y el Espíritu: desarrolló una forma particular de cortar los cristales de cuarzo, que incrementó su poder exponencialmente.
Vogel había comprobado que cuando apuntaba con un cristal hacia una persona, ese cristal parecía amplificar sus pensamientos y emociones, y podía llegar a inducir estados alterados de conciencia. Sabía que, en electrónica, la forma en que se corta un cuarzo es crucial para que pueda llegar a desempeñar correctamente su tarea. Su incógnita era “si se pretende usar un cuarzo para sanar y transformar a un hombre, ¿cuál es la forma más adecuada de tallarlo? La respuesta no tardó demasiado. “Un día”, dice Marcel Vogel, me desperté y, todavía en el umbral del sueño, apareció ante mis ojos la figura del “Árbol de la Vida”. Yo no sabía nada sobre este símbolo de la Kabbalah, pero supe instantáneamente que debía imitar esa forma sagrada para tallar mis cristales.
A Vogel le tomó casi un año completar su primer juego de cuarzos, que originalmente fueron de cuatro caras. Posteriormente fundó el Instituto "Psychic Research Inc.," una institución sin ánimo de lucro, donde continuó con sus investigaciones. Se tallaron allí cuarzos de seis caras. A algunos de ellos les perforó un pequeño orificio, por el que introducían algunas substancias como: anestésicos, medicamentos, o esencias homeopáticas y florales. Comprobó entonces que el cristal de cuarzo tomaba la vibración de la sustancia y la amplificaba, multiplicando los efectos.
A lo largo de sus experiencias comprendió Vogel que, el fenómeno de los cristales, tenía mucho que ver con aquel aspecto que había sido el eje de su vida: el amor incondicional. “Los cristales de cuarzo” afirmaba él, “toman la frecuencia del amor, la amplifican y la trasmiten. Su poder es el poder mismo del amor, que es la fuerza más poderosa, curativa y transformadora que existe. ”
Una de las incógnitas de Vogel era saber si el número de facetas talladas en un cuarzo hacía alguna diferencia. Pensaba que: “si el cristal de cuarzo es un transformador, tomará la vibración que tú o yo generamos y la llevará a un nivel donde podamos observar y medir su aspecto eléctrico”. Luego de muchos experimentos descubrió que: “a mayor número de caras, corresponde una mayor capacidad de almacenar fuerza. El cristal recibe una carga determinada y esta rebota alrededor de las caras. De la cantidad de veces que pueda rebotar depende el grado de multiplicidad de sus reflexiones internas. Con un cristal de ocho caras se obtienen millones de reflexiones internas, y, con uno de cuatro caras, miles de ellas”.
Estas experiencias llevaron a Vogel a tallar cuarzos de 8, 16 y hasta 33 caras. Solo existen unos pocos de estos últimos, pero se ha probado que son increíblemente poderosos. Se les puede cargar con paz, bienestar, amor y armonía y los resultados son sorprendentes. Recientemente el equipo de Vogel ha tallado un cuarzo con 88 caras, que fue un encargo especial hecho por un grupo que desea usarlo como herramienta para armonizar la retícula electromagnética que rodea la Tierra.
El modelo clásico, ahora llamado “Cristal Vogel”, tiene 4 facetas cóncavas intercaladas entre varias facetas tradicionales planas. En sus extremos opuestos lleva dos terminaciones, una masculina y otra femenina, cada una tallada con 24 caras. Así integra este cuarzo las propiedades: del cristal de cuatro caras con el de 24 caras. Pero en la práctica las trasciende ambas, por al poder adicional que aportan sus facetas cóncavas.
Una nueva generación de cristales, con facetas cóncavas, está siendo producida ahora. Los resultados han sido espectaculares. Por ejemplo: por medio de un cuarzo tallado con 36 caras en sus extremos se ha logrado conectar la parte física de un hombre con la divinidad de su alma. Sostener en las manos un cristal de este calibre induce a una experiencia mística que va más allá de las palabras. Se podría decir que el mismo cuerpo se transforma en una impresión líquida de felicidad, amor y reverencia.
Limpieza de los cuarzos
Muchos textos dicen que para limpiar los cuarzos y gemas hay que usar agua con sal. Marcel Vogel nunca estuvo de acuerdo. Encontró que la sal raya la superficie de los cuarzos, que es donde se encuentra la programación. Además deja en su superficie una película que opaca el cristal.
Su recomendación para limpiar los cuarzos y gemas es la siguiente:
Para comenzar pida la asistencia del Logos Planetario y de los devas de ese mineral.
Luego tome una inhalación profunda, y enfoque su atención, e intención en limpiar el cristal. Exhale por la nariz pulsando el aliento sobre el cuarzo y afirmando su intención de limpiarlo de cualquier carga negativa.
Cargar un cuarzo o una gema
Cuando desee cargar cristales de cuarzo o gemas preciosas, ayuda mucho traer a la mente una experiencia de amor que se haya vivido. Así es más fácil afinarse en la frecuencia correcta.
Luego inhale amor y exhale ese amor pulsando el aliento y dirigiéndolo hacia el cuarzo, o la gema que desea cargar.
Programar un cristal de cuarzo
Tome el cristal con su mano dominante, colóquelo de modo que la punta esté apuntando a la palma de su mano. Escoja el aspecto que desee imprimir como programación, puede ser: amor, paz, alegría, salud, armonía, etc. También es posible usar esencias florales, o símbolos de Reiki.
Luego, manteniendo el enfoque en la vibración escogida, dirija el aliento hacia la gema, en la forma antes descrita.
El amor es el ingrediente secreto
El mayor legado de Marcel Vogel fue haber probado, por medio de una metodología científica impecable, que los cristales de cuarzo y las gemas preciosas son moduladores y amplificadores de frecuencias, que, si están afinados correctamente, pueden convertirse en instrumentos muy poderosos para la sanación y la transformació n de un hombre. Pero según Vogel, para obtener buenos resultados no es suficiente con usar un cuarzo. Es necesario que previamente a ese cuarzo se le haya cargado con la frecuencia del amor. Marcel Vogel siempre decía: “El amor es el pegamento que integra el universo, y toda curación es solo consecuencia de una proyección de amor”.
El poder de los cuarzos
En el mundo de los minerales, los cristales son los más semejantes a nuestro ser, ya que fueron creados para que fueran nuestros mejores amigos
Una de las mejores formas de sacar la energía que hemos tenido acumulada durante mucho tiempo en nuestros cuerpos y de lograr comunicarnos con nuestro corazón, es por medio del uso de los cristales de cuarzo.
Estos maravillosos seres son los minerales más evolucionados en energía porque están compuestos por los cuatro elementos, agua, tierra, fuego y aire, los cuales intervinieron para su creación, y nosotros debemos de aprovecharlos para nuestro beneficio.
Una de las misiones que cumplen es ayudarnos a activar nuestra energía, a percibirla para que despierten los centros del cuerpo físico que nos dará mayor visión de nuestros actos, sentimientos, pensamientos.
Cuando los tomamos podemos hacer que su energía se conjugue con la nuestra y que nos vaya activando la nuestra, que es lo que debemos de hacer si buscamos que nuestros sentidos mejoren.
Están muy vivos
El interior de los cuarzos encierra un mundo mágico. Lo principal que debemos saber es que cada cristal es un ser vivo, aunque sólo nos parezca que se trata de un pedazo de roca.
En mi caso tenía la idea de que los minerales, por ser de la naturaleza, tenían algo de vida, pero no sabía en qué grado hasta que mi Maestro me dijo:
"Busca dentro de él, búscale su cara y la vas a encontrar, pídele su energía y dale tu corazón para que te dé el suyo".
Estas frases me parecían extrañas, pero por ser mi Maestro quise ponerlo en práctica. Así, me quedaba mucho tiempo buscando al ser dentro del cristal y, aunque jamás pensé que lo iba a ver, después de un tiempo de estar observándolo, me encontré con el verdadero cristal.
¡Realmente son seres como nosotros!, son seres de energía que cada uno puede ver dentro del cuarzo. Ese momento es mágico e importante. Pero deben saber que no van a identificar una forma física o una cara como las que conocemos, sino algo muy distinto: Será una sensación, un sentimiento.
En ese momento que sintamos algo diferente quiere decir que ya estamos conectados con nuestro cristal, que nuestro ser interno ya tuvo contacto con él.
Será una comunicación que conscientemente no recordaremos, pero nos vamos a sentir como cuando platicamos mucho con alguien sobre lo que nos duele o sobre lo que sentimos.
Es un momento en el que se pueden juntar los dos seres, nuestro espíritu y el cristal, y es muy mágico porque nos abrimos ante un ser que también se abrirá ante nosotros.
Es una conjunción de energías que nos va a ayudar a liberar lo que tengamos en nuestro cuerpos acumulado por años, como frustraciones, pensamientos y dolor que vamos sintiendo desde la niñez. Además, nos activará la energía que tengamos estancada.
¿Cómo conseguirlos?
La mejor forma de hacernos de un cristal es que lo encontremos en el bosque, por ejemplo.
Uno puede ir caminando y ver uno y cuando eso pasé es porque ese cuarzo viene de un lugar mágico, del mundo de los cristales, y que llegó hasta donde estamos porque los vamos a necesitar en nuestra vida.
Por eso es importante que cuando encontremos uno, y no sea porque está cercana una mina, lo tengamos con nosotros porque es algo muy especial.
Por lo general todas las personas del planeta tenemos un momento en el cual nos vamos a topar con uno, porque son necesarios para nuestra existencia.
La segunda mejor manera de conseguir un cristal es que alguna persona nos lo regale. Si ha sido así es porque nuestro ser se comunicó con ese alguien cercano y le dijo de la necesidad de activar nuestra energía y de hallar algo que nos ayudara a sentirnos mejor.
En cambio, no es tan bueno comprarlo porque de esa forma se le manda una energía pesada, ya que no sólo pensamos en él, sino en que se va a pagar para obtenerlo, y esa energía bloquea y se impregna en el cristal y es más difícil quitarla.
Es mejor que se intercambie con alguien querido, que nos lo regalen y nosotros le regalemos un cristal.
Es imprescindible destacar que el cuarzo que elijamos debe ser natural, es decir, que no haya sido pulido. Lo que pasa es que este tipo de procesos les altera la energía porque para ellos es como una mutilación. Al pasar por eso, el cristal pierde su naturaleza que es paz y armonía.
Si se pule un cuarzo sin haberle pedido el permiso y perdón por lo que se piensa hacer, es como si se le quitara la vida, toda la energía.
Esto podemos comprobarlo al comparar uno puro y uno pulido, ya que este último parece un vidrio porque ha dejado de tener vida. Lo sentiremos también con el tacto, en la textura, por la energía que se queda en las manos.
Y este peligro corren también los cuarzos maltratados, la ventaja es que éstos sí se pueden llegar a recuperar gracias al amor que les demos.
Además, las drusas son un sólo ser que cuando es dividido toma diferentes personalidades. Cada cristal tiene una energía especial que no es igual a ninguna otra, si se nos rompe todas su partes de convierten en diferentes seres. Podemos pensar que pierden fuerza, pero no, sólo adquieren otra personalidad y energía de las demás piezas.
La forma de limpiarlo...
Una vez que lo tengamos con nosotros, debemos entablar una comunicación con él, hablarle y darle la bienvenida. Después de esto, será necesario limpiarlo.
El primer paso es poner agua en un recipiente de cristal o barro. Después, activaremos los canales que tenemos en las manos frotándolos para abrirlos.
Así, podremos programar al agua al colocar las palmas sobre el agua para hablarle a sus elementales y activar su energía. Podemos decir:
"Hermanos, voy a poner un cristal para que me ayuden a purificarlo de energías y que le puedan dar la energía que ustedes tienen".
Enseguida se pone el cristal en el recipiente y se coloca donde le dé la luz del sol y de la luna. Si se tiene patio, lo ponemos en el centro del lugar. Se deja ahí toda la noche y al siguiente mediodía ya se puede sacar.
Tomamos el recipiente con el agua y la vaciamos al tiempo que le damos las gracias por la limpieza y energetizació n.
Ahora nuestro cristal ya estará libre de cualquier energía ajena a él y podremos programarlo para lo que más sintamos necesidad.
Los cristales deben contar con un refugio o un sitio seguro donde nadie más los toque, lo mejor es conseguir uno engarzado que podamos traer siempre con nosotros en una cadena.
Si los que tenemos son cuarzos sin engarzar, entonces los debemos poner dentro de una bolsitas de tela de color rojo, negro o blanco. Cada siete días se debe alternar el color. Es importante que la bolsa no sea ni de plástico ni de piel.
Atención, no tocar
Es mejor evitar que los demás vean tu cristal. Desde el momento en que haces una comunicación con tu cristal ya le entregaste tú energía, como decían los ancestros que sentían que le habían dado parte de su alma, así que en el cristal están contenidas su energía y la tuya.
En el momento en que llega alguien y te lo toca rompe con esa comunicación, con la actividad del cristal, que vuelve a "dormirse" porque recibió una energía desconocida y se nulifica toda la programación.
Las personas pasamos el día entre las cargas positivas y las negativas que nos llegan como preocupaciones o frustraciones, por lo cual nuestro cuerpo está ansioso de liberarse y, al ver que algo le ayuda a lograrlo, inmediatamente suelta todo en el cristal.
Cuando alguien te toca tu cristal, te pasa toda su vibración. Incluso tampoco es recomendable para esa otra persona el hacerlo, porque dejan parte de su energía.
Al momento de tocarlo liberan toda su carga negativa, se van pero esa conexión queda y su energía está fluyendo, están liberando energía de más de su cuerpo. Con ello la persona sufre una fuga de energía que se manifiesta en cansancio, mareos, dolor de cabeza que le pueden durar dos días.
Si esto nos llegara a pasar, entonces debemos de volver a repetir el procedimiento de limpieza y programación.
En los malos momentos nos ayudan a sentirnos mejor.
Ofrecen múltiples usos
Uno de los principales usos para los cuales podemos programar nuestro cuarzo es como protección para que las energías negativas que están a nuestro alrededor no nos dañen. Pero existen una infinidad de usos para los cuales podemos aprovecharlos.
Por ejemplo, podemos programar alguno para atraer a nuestra alma gemela, para que nos ayude a encontrar nuestra misión, para despertarnos nuestros chacras y centros de energía, etcétera.
Si lo queremos para curación de males menores, como dolor de cabeza, le pediremos que nos ayude a liberar la energía que tengamos estancada en el cuerpo.
Si estamos mal del hígado quiere decir que no está activándose su energía y esto puede dañar más nuestro físico y empezar a fallar. En ese caso le decimos a nuestro cristal que nos ayude a liberar la energía para que el órgano vuelva a estar bien.
Lo ponemos en el lugar donde sintamos y le vamos a pedir que actúe. Buscamos la forma cómo lo debemos de poner y lo pasamos siete veces por el lugar donde tengamos la molestia, al mismo tiempo que decimos algo como:
"Cada siete veces voy a dejar que absorbas la energía y la liberes"
Entonces cada siete veces lo sacudimos en el aire y lo hacemos tantos ciclos como sintamos que lo debemos de hacer.
Para curaciones más complicadas se tendrían que usar más cristales y diferentes rocas, porque cada una tiene una energía especial que viene de la Tierra. Además de que se deberían de emplear los cuatro elementos.
También es posible usarlos ante cualquier situación negativa, por ejemplo, si tienes miedo, puedes agarrar tu cuarzo y pedir que te dé la energía necesaria para esa circunstancia o igual si vas a un examen o entrevista de trabajo. Tu cuarzo te va a ayudar, porque absorbe las malas energías del momento en que estés para que no te afecten.
Lo mismo pasa si te peleas, pero primero le pides perdón porque le vas a pasar toda la mala vibra. Aunque no debemos preocuparnos, porque el cristal tiene el poder desechar esa mala energía y convertirla en positiva.
En este caso lo que podemos hacer es tomarlo con las dos manos y pedirle a nuestro cuerpo que desaloje la mala energía por las manos, y se la pasamos al cristal siete veces.
Después, con cuidado, lo ponemos en una vasija con agua para que se vuelva a limpiar. Tiramos el líquido con cuidado para que no nos caiga nada de eso que se quedó en el agua.
Claro que después puedes compensar a tu cristal, por ejemplo, algo que le gusta mucho es el mar, porque ahí están los cuatro elementos. En ese sitio encuentran una energía muy parecida a la que los formó. Déjalo que se llene de agua y lo pones en la arena un rato más porque así agarra muchísima energía.
Los cuarzos se cargan un millón de veces más si los llevas al mar que si los pones sólo en agua de mar. Lo recomendable es dejarlos no menos de 10 minutos, ya que primero se limpian y luego empiezan a absorber todo.
Ellos están felices a nuestro lado y lo notarás, cada vez lo verás más brilloso.
Comunicarnos con el corazón
Por último es necesario hacer hincapié en que con nuestro cristal debemos de tener una comunicación como con cualquier persona. Sentir que se trata de un ser vivo que está feliz a nuestro lado.
Algunos dicen que se debe de tomar el cristal de una forma especial, pero sólo será nuestro corazón el que nos diga de qué manera lo debemos tomar.
Quizá sintamos verlo fijamente o ponerlo en alguna parte, la comunicación no va a ser siempre igual.
Siempre debemos de verlo como un amigo que nos ayudará a activar nuestra energía, así que tenemos que pedir que nos dé la posición exacta para que logremos la conjunción él.
La mejor forma de tratar a un ser es tratarla con tu corazón. No hace falta basarse en libros, sino sólo encontrar otra vez ese camino que ya teníamos al inicio de los tiempos, esa comunicación que será en nuestro beneficio.
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