Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

martes, 6 de septiembre de 2011

Sueño del cambio espiritual

Hoy soñé y comprendí. Éramos muchos los que esperábamos en la calle, hacía frío, éramos extraños entre nosotros pero también habían familias, personas de todas las edades, todas calmadas y mudas, tan solo los que se conocían cuchicheaban entre sí en voz muy baja.
Frente al grupo se abrió la gran puerta de madera de algo que parecía un templo, una iglesia, pero no identifiqué de que credo. Sólo sabía que era un lugar sagrado.
Unas personas nos hicieron entrar a un primer grupo, yo iba con ellos observándolo todo. No nos trataban mal, pero había una frialdad en ellos que me hería.
El espacio dentro del templo era grande y habían suficientes bancos para todos. Todos permanecíamos solemnes y extrañados, sentados, esperando instrucciones. Por fin, de algún modo que no recuerdo, supimos que debíamos quitarnos la ropa, hasta quedar desnudos. 
Contemplaba a las personas como poco a poco comenzaban a quitarse abrigos, chaquetas, ropa y mas ropa, de manera ordenada, parecía que les costaba mucho desprenderse de ella y cuando lo hacían las dejaban plegadas a su lado en el banco, con mucho cuidado de no tirarlas al suelo.
Un hombre mayor se quitó tres chaquetas, yo les observaba, se notaba que estaban confundidos. Nadie les gritaba ni les daba prisa. Dos mujeres, una joven y otra mayor, permanecían vestidas y sentadas en sus sitios, la joven se levantó y le dijo a la mas vieja; “tenemos que hacerlo nosotras también, yo te ayudaré, pero tenemos que desnudarnos, hazlo por favor”, y enseguida comenzaron a quitarse ropa, pero de tanta que llevaban tardaban.
Yo me sentía llena de compasión hacia esas personas, hubiera querido abrazarlas a todas a la vez y vestirlas con el amor que salía de mi pecho, contarles lo hermosos y maravillosos que eran, pues mis ojos los veían así.
Después...ya no sé mas. Se terminó mi sueño pues yo desperté conmovida, cruzé mis manos en mi pecho y lloré de emoción.

Análisis del sueño;

 La escenografía provoca mucha carga emotiva, que era uno de los objetivos del sueño.
Hay dos símbolos muy claros en él; la iglesia o templo y las ropas. La muchedumbre espera afuera a que llegue su turno para entrar, en una actitud tranquila. La iglesia es una visión de su propio templo interior, el sagrado en cada uno de los que esperan, y, como ya dije en otro texto donde hablé del templo interior, para acceder a él se ha de estar en un estado de calma meditativa. Una vez adentro debemos de despojarnos de nuestras ropas, aquellas que durante tanto tiempo nos han abrigado; nuestras creencias, todo aquello que aprendimos y forma parte de nuestro conocimiento humano y sobrehumano. No lo despreciamos, lo tratamos con respeto dejándolas con sumo cuidado en los bancos. Se trata de desnudarnos de todo aquello que formó parte de nuestro viejo sistema de vida, agradeciéndole su inestimable ayuda. Algunas personas se resisten a ello, pero al comprobar que el resto así lo hacen, terminan por ceder. Renunciar a las cosas que tenemos aprendidas es un gran logro para el espíritu y un paso necesario para que nuevas cosas tengan cabida.
En estos tiempos de cambio es especialmente revelador para mi este sueño, pues me permite ver que, poco a poco, todos vamos aceptando, aún confusos y algo desconfiados, nuestra propia evolución espiritual y humana, y no lo hacemos solos sino en compañía de muchos otros que nos ayudan, nos acompañan, nos alientan a dejar nuestras resistencias. Es hermoso sentir que se forma parte de el proceso.
Namasté, el buda que hay en mi ve al buda que hay en ti. Para renacer , hay que morir a la vida anterior renunciando a lo que en ella fuimos, creimos o sentimos. El arcano de la Muerte en el tarot es una promesa de renovación.

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