Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

martes, 16 de noviembre de 2010

El misterioso caso del viajero en el tiempo Rudolf Fenz

El suceso tuvo lugar en el Nueva York de 1950, un día de Julio sin determinar, alrededor de las 23:30 horas, en las inmediaciones del Times Square (apenas a unos centenares de metros).

Era una noche calurosa, la gente salía de la última representación teatral del día y de los cines de la siempre populosa 5ª Avenida o bien, simplemente aprovecharon la buena temperatura que hacia para dar una vuelta.

De todos estos transeúntes, destacaba uno entre la multitud.

Estaba alterado, distraído, impresionado por lo que estaba contemplando y, peor aún, este hombre estaba caminando entre los vehículos temerariamente como sino fuese consciente del peligro que corría por ser atropellado.

Lo inevitable sucede, un automóvil no pudo detenerse y lo lanzó por los aires con un gran golpe, cayendo sobre el pavimento y muriendo instantáneamente.

Testigos del atropello gritaron alarmados y se dirigieron raudos al lugar del accidente formando un remolino de curiosos.

La policía inmediatamente hizo acto de presencia en el lugar y, tras un primer reconocimiento, determinaron que se trataba de un hombre de alrededor de 30 años.

Hasta aquí todo puede parecer más o menos normal.

Uno mas de los numerosos atropellos y no habría tenido más relevancia si no fuese, por el extraño aspecto del muerto...

Sus ropas eran muy anticuadas (finales de siglo XIX), llevaba un largo abrigo de color negro, unos zapatos puntiagudos con hebilla, un amplio sombrero a juego y pantalones estrechos, todo esto confeccionado con una tela gruesa, poco apropiada para esas alturas del año.

Lo que aún llamo más la atención de los agentes, fue el encontrar un inusual contenido en los bolsillos del fallecido.

Extrajeron sus pertenencias personales y hallaron tarjetas de visita a nombre de Rudolf Fenz.

Llevaba también unos recibos que hacían referencia a una suma entregada por la manutención de unos caballos y un carruaje, billetes y monedas en perfecto estado, pero estos se encontraban ya fuera de circulación y una carta dirigida a su nombre, Rudolf Fenz, con matasellos del correo de junio de 1876.

El Agente Hubert Rihn, de la Oficina de Desaparecidos del Estado de New York, fue el encargado de iniciar la investigación para esclarecer la identidad del hombre atropellado y encontrar a sus familiares.

Comenzó su tarea investigadora por los emigrantes de origen Alemán, Austriaco y Centroeuropeo que tuviesen el apellido Fenz, pero estas primeras investigaciones no dieron con nada.

Nadie conocía a Rudolf Fenz y en la guía telefónica tampoco figuraba su nombre.

Tampoco estaba en los registros de los seguros médicos.

Parecía que aquel hombre no existía.

Cuando Hubert Rihn ya lo daba todo por perdido, se encontró con un número de teléfono en un listín telefónico del año 1939 en el que figuraba el nombre Rudolf Fenz Junior.

Hubert V. Rihn se puso en contacto con esta dirección y habló con la viuda de Rudolf Fenz Jr, el cual resultó ser el hijo de Rudolf Fenz quien a su vez desapareció tras trabajar durante muchos años en un banco.

La viuda comentó que su suegro desapareció misteriosamente, en la primavera de 1876, cuando salió a dar una caminata por el campo, mientras fumaba su habitual cigarro nocturno, ya que en su casa no podía hacerlo por que su mujer no se lo permitía.

La declaración de ésta, terminó por descolocar aun más al investigador.

A fin de intentar terminar su extraña investigación Hubert V. Rihn consultó la lista de desaparecidos del año 1876 y allí estaba la denuncia de la familia, que buscaba el paradero de Rudolf Fenz, de veintinueve años de edad.

Según la descripción del informe, iba vestido con la misma ropa que llevaba el difunto atropellado, incluso una pequeña fotografía confirmaba que era el mismo hombre que sufrió tal trágico accidente.
/www.somosleyenda.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario