Mucho se está hablando hoy en día acerca del fin de los tiempos, del cambio de era, de la evolución de la humanidad. Se escribe, se opina, se comenta, se reflexiona.
Nos interesa a todos, algunos se rien por lo bajo al escuchar ciertas aseveraciones "pro spiritual life". Otros nos tachan de ignorantes. Lo de siempre.
Sea como sea, nadie negará que los acontecimientos, naturales o no, de los últimos años en el planeta llamado Tierra son inquietantes y vertiginosos. ¿Puede alguien creer que los seres humanos no estamos siendo afectados por estos cambios?, a estas alturas de la vida, ¿de verdad hay quien piense que somos inmunes a lo que en el resto de la naturaleza se vive como una gran evolución?. Por supuesto no la única evolución, quizás ni tan siquiera la mas grande evolución de todos los tiempos, pero es la nuestra, la de HOY, la que nos toca vivir.
Y porque estamos aquí , AHORA, somos responsables de lo que yo llamo, nuestra APOTEOSIS de la humanidad.
Junto con GAIA estamos involucrados en los acordes finales de una gran obra maestra, o mejor dicho, de una de las partes que la componen. Todos a un tiempo, minerales, vegetales, animales y humanos, toda la vida posible, estamos haciendo un gran esfuerzo para ajustar nuestras nuevas frecuencias. No es fácil para nadie. Los campos magnéticos y eléctricos terrestres están acelerando su vibración. El eje magnético del planeta se está moviendo. La influencia de las expulsiones solares está llegando hasta nosotros que somos una gran antena receptiva de dicha energía. Vivimos de ella. Como consecuencia de todo ello estamos variando nuestra densidad poco a poco, tenemos que soltar cargas de todo tipo; mentales, emocionales, físicas...
Esto es lo que hace ya muchos años se nos está diciendo desde algunos ámbitos civilizados, de esto comenzó a hablar Einstein con su "teoría del campo unificado", y de esto trata el secretísimo "Proyecto Apoteosis" guardado por los mandos militares de Estados Unidos principalmente.
Ellos saben, porque lo han probado ya con ciertos experimentos, que acelerando los campos de fuerza, podemos lograr cambiar la frecuencia de nuestra densidad energética y trascendernos hacia otro nivel dimensional. Lo intentan continuamente estando involucrados grandes científicos en la investigación. Si logran eso ¡bravo!...YA TIENEN LA LLAVE DEL COFRE DEL TESORO.
Pero mas allá de estas cuestiones militares y de lucha por el control y el poder planetario, existe otro escenario en el cual todos somos actores principales, aquí, en esta obra maestra no hay secundarios y nadie es menos importante que nadie.
Vámonos por un instante hasta la antigua Roma. Acaba de morir el gran militar Julio César a manos de su "amigo" Bruto siendo apuñalado en el propio Senado romano. Julio César ha dado grandes victorias y días gloriosos al pueblo romano, a hecho grande a Roma.
Tras su muerte, sus propios esclavos lo llevan hasta su casa, desde donde sus soldados mas fieles quieren trasladarlo al Campo de Marte para ser incinerado con honores, como corresponde, pero una multitud de ciudadanos lo impide prendiendo fuego al cadáver allí mismo y arrojando a la hoguera sus mas preciadas pertenencias como símbolo de gratitud y reconocimiento hacia el fallecido. Desde entonces es objeto de peregrinación ese lugar, ¿cabe mayor honor para todo un César?. Así, muriendo, vivirá para siempre. Esta es su apoteosis, su mayor logro, tras su sacrificio.
.Ahora hagamos que corra el tiempo, solo unos cuantos años hacia delante. Un pobre judío se hace llamar a sí mismo "el hijo de Dios". A dedicado tres años de su vida a recorrer Palestina predicando una extraña doctrina, ha sido pródigo en actuaciones milagrosas y sospechoso por cuanto logra reunir multitudes sin otro objetivo que ofrecer la vida eterna al lado del Creador a cambio ¿de ...nada?. Intolerable, los fariseos ven temblar su hegemonía y sus leyes, Jesus el Cristo, que así se hace llamar, es acusado, juzgado, sentenciado y ejecutado por manos romanas pero por pensamientos hebreos.
Todos lo mataron, unos con la cruz y otros con la palabra, y muere en un acto heróico de salvación Universal, convirtiendo su muerte y su posterior reencarnación y ascensión a los cielos en la mas afortunada de las Apoteosis realizadas hasta la fecha por el género humano, pues todavía hoy, mas de dos mil años después, es venerada.
He dejado para lo último la Apoteosis maya de Hunahpu y su gemelo Ixbalanque, apasionante historia que viene muy a cuento en estos días de diciembre de 2012. Es extraordinaria. Intentaré hacer un pequeño esbozo;
Escrito está en el Popol Vuh, equivalente a los evangelios hebreos, que existieron dos gemelos llamados Hunahpu y Ixbalanque. Hunahpu se asocia con la Luz solar, la electricidad. Es el héroe solar, el guerrero que lucha contra la estirpe de Vucub Caquix, en el inframundo. Es el lucero del alba, la aurora.
Su hermano Ixlbalanque es el ser andrógino, mujer y hombre a un tiempo, el brujo o Balam capaz de reinar en la oscuridad y realizar allí su poder. Es magnético, atrae pero se le teme, es la Luna con su fría Luz de espectro.
Se dice que los dos son tirados al agua donde permanecerán cinco días, convirtiéndose en peces, allí renacerán fluyendo con el elemento hasta que en el sexto día descienden hasta Xilaba o inframundo, donde permanecen trece días, y tras vencer las oscuridades de este reino por medio de su danza ritual surgen hacia el exterior donde les espera la gran hoguera donde morirán quemados y serán purificados después de su viaje por las tinieblas.
Al quinto día de acontecer, y en compañía de Venus, Hunahpu asciende hacia los cielos en forma de SOL y Ixbalanque en forma de Luna, donde reinan desde entonces. Y Hunahpu se transforma así en HUN NAN KU; UNICO DIOS VIVO, el mayor dios del Yucatán, el inmaterial, el incorpóreo.
Así es como el héroe, que también es el sabio, logra su Apoteosis, en un acto teogónico que dió fortaleza espiritual al mundo maya allá por la era cuarta de su civilización. Hunanku es el redentor, que, a través de su muerte voluntaria, de su sacrificio, se convierte en un señor bienhechor de la humanidad, dios del maíz., y en un símbolo de espiritualidad humana sobre la cual reina desde entonces.
Gloriosas apoteosis todas ellas, y aún encontraríamos mas. la humanidad está repleta de ellas. Renacimientos, sacrificios, glorias. En eso estamos ahora. Nuestra transformación es responsabilidad nuestra, somos nosotros quienes queremos alcanzar el reino de los dioses, pasar a la siguiente dimensión de existencia no es una opción; ES NUESTRA TAREA.
Juan el evangelista nos lo recuerda en uno de sus salmos (82:5) y (85:6) cuando escribe:
"...No saben ni entienden, caminan en tinieblas, son sacudidos los cimientos de la Tierra.". "Y Jesus respondió; ¿no está escrito en vuestra ley?: yo dije sois dioses. Vosotros sois dioses y todos sois hijos del altísimo".
¿Es así realmente?. ¿Podemos creernos que somos dioses ya, AHORA?. ¿Qué nos está pasando para tanto dudar? ¿Qué más nos tiene que pasar para que comenzemos a creer que es posible llegar a ser realmente HUMANOS?.
Consagremonos todos en nuestra Apoteosis. Vayamos juntos hacia la gran hoguera, la gran pira purificadora en nuestro Campo de Marte particular, hagamos una pirámide con la leña, sintámonos orgullosos de ser Humanos y ardamos invocando al gran Espíritu benefactor para que nos acoja en su Luz.
Nuestra generación ha de ser historia, nos ha tocado vivir la transcendencia y dignificarnos con todos aquellos que nos han precedido y los que aún están por venir.
¿Quién sabe?, tal vez desde lo alto del fuego surga un ejército de águilas portadoras de las almas de los que hoy sufren hasta los cielos donde habitan los dioses.
Florinda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario