Hoy voy a tratar el
apasionante tema de los chakras llamados mayores en el cuerpo humano
los cuales, como ya es conocido, se reparten verticalmente y a lo
largo de nuestra columna vertebral y también en el entrecejo y la
coronilla. Forman un grupo de siete chakras principales.
Los chakras son las
puertas del cuerpo humano que abrimos a la energía universal y que
usamos para recibirla y también emitirla fuera de nuestro cuerpo.
Sushumna es una red de
canales vibratorios por donde esta energía circula en el interior
del cuerpo, pasa por las glándulas asociadas a los chakras y
vibrando las activa haciendo que segregen las hormonas
correspondientes.
La energía siempre va y
viene con un movimiento rotatorio y en bucle de nuestra estructura
espiritual a nuestro cuerpo físico y viceversa expresando la
divinidad y la sombra de aquello que somos.
Estamos viviendo unos
tiempos donde la aceleración de la vibración terrestre nos alinea
con quienes somos de una manera ordenada para que se produzca la
comunión interna y externa de nuestras expresiones del SER. Este
proceso no está exento de problemáticas ni de ajustes “dolorosos”,
por ello es tan importante ayudar a sostener la Luz en nosotros y en
la humanidad entera e incluso en el planeta...podemos hacerlo, eso
está siendo realizado.
Parte de nuestro trabajo
particular es el mantener sanos nuestros centros chakras y eso lo
logramos expresando AMOR. El AMOR es la máxima expresión de un
chakra sano.
Nuestros tres corazones
han de vibrar al unísono en la energía pura del AMOR. En nuestro
pecho alojamos tres corazones; el físico, situado a la izquierda, el
TIMO o corazón kármico, situado en el centro, justo detrás del
esternón, y el corazón espiritual, situado a la derecha de nuestro
pecho.
Cuando rechazamos las
expresiones de sombra propias o de otros seres humanos estamos
juzgando con nuestro ego y nuestros tres corazones pierden la armonía
de la vibración del AMOR, sentimos angustias en el pecho y podemos
llegar a colapsar alguno de los tres.
Lo que sigue es un breve
repaso de las características de los chakras según las patologías
o procesos en los que la persona esté ocupada;
Se sabe que un chakra está
enfermo si en un punto determinado del cuerpo se siente frío
constante, hasta llegar a la rigidez de la zona, si se siente un
endurecimiento anormal en alguna parte concreta del cuerpo (puede
manifestarse como un hematoma), también si se sienten picores sin
causas conocidas y en general cuando tenemos resistencias o dolores
persistentes es un síntoma inequívoco de chakras no sanos.
La energía entra en
nosotros con movimientos circulares, formando pequeños conos que
coinciden en los chakras. A veces esas espirales tienen dificultades
para conseguirlo y es cuando sentimos que alguna cosa nos está
sucediendo en alguno de nuestros chakras, pues bien, para entender un
poco mejor esto a continuación enumeraré algunas de las anomalías
mas frecuentes que podemos sufrir;
Los movimientos espirales
pueden:
- Ralentizarse, la energía entra muy despacio, sentimos falta de energía.
- Acelerarse, cuando entra muy deprisa existe una gran inquietud y dolores agudos.
- Desbocarse, las emociones fluyen y se expresan sin que podamos controlarlas.
- Agitarse, tenemos una gran inquietud y nervios a flor de piel
- Convulsionarse, la zona afectada sufre de constantes cambios bruscos, hinchazón, hemorragias, pulsaciones altas.
- Romperse, un gran dolor emocional produce un desgarro del chakra.
- Desenraizarse, la energía tiene dificultad para llegar a su destino puesto que ha de buscar alternativas para su viaje interior.
La suma de los vértices
de todos los conos de energía que llegan hasta un chakra acaban
formando una sola espiral o un solo cono de energía, cuando todo es
correcto entra sin dificultad en el cuerpo, pero si por alguna causa
no puede hacerlo, ya sea por una anomalía pasajera o por un
traumatismo o una patología física, el cono se aplasta, se hunde en
exceso, se tapa, pierde sus raíces e incluso llega a invertirse y la
persona se encuentra ante unas sensaciones físicas y psíquicas que
le harán responder ante el mundo de maneras particulares.
Vamos a ver algunos
ejemplos;
Una persona vulnerable,
que es agredida con facilidad y que se siente (y así lo suele
expresar) falta de energía es una persona que tiene alguno de sus
chakras moviéndose al contrario de lo que debería, eso provoca que
deje una puerta abierta a las agresiones, que niegue la vida y tenga
tendencia a la autodestrucción e inclusive, a destruir al otro. El
chakra afectado gira al revés, pero GIRA, porque busca fluir, que la
energía circule, pero provoca fugas, grietas subterráneas, heridas
internas. Al ser agredido el chakra se siente atacado y su vibración
disminuye, no baila en la materia y la energía se encuentra apretada
como en un bloque. No fluye con la vida.
Una persona con algún
chakra rígido busca evadirse de sí misma, no puede afrontar la
responsabilidad de su vida emocional, no le gusta hablar de sus
sentimientos y todo su mundo emocional es un gran misterio para él
mismo y para los demás.
Cuando una persona vive
constante sensación de abandono y rechazo, cuando de forma repetida
en el tiempo sufre esas experiencias, sus chakras se hunden y van
cada vez mas hacia dentro, la persona desea desaparecer.
Una persona que se cree
víctima de las circunstancias de la vida consigue ablandar las
raices de sus chakras hasta el punto de sentirse vaciado por dentro,
vive los cambios en su vida como auténticos dramas y las ausencias
de las personas que ama con depresión y sentimiento de abandono, su
expresión favorita es me siento vacío por dentro.
Si la
persona vive una emoción desmesurada y continua sus chakras están
cargando con un exceso de energía lo que interrumpe la pulsión y
desestabiliza produciéndose un derrame energético que, por la
acción de la gravedad terrestre, fluye hacia abajo en el cuerpo
humano produciendo una sobrecarga en los chakras inferiores. Eso es
común en las personas con tendencia a sentir pasiones. Un chakra
sobrecargado se desplaza de su centro y de esa forma pierde su
alineación.
Cuando
nos enfadamos mucho y sentimos rabia o cólera nos defendemos
atacando. Hay personas que dentro de sí mismas esconden una herida
profunda y están permanentemente en guardia, transmitiéndonos su
dolor. Estas personas hacen que sus chakras salgan para afuera
desprendiendo una energía colérica que hiere como si de espadas se
tratara. Si compartes un roze con una de estas personas sin duda
prepárate porque es posible que salgas energéticamente herido, ya
sea con un insulto, un desprecio o por el simple contacto, porque
pareciera que pincha.
Un
chakra vital girando al revés hace que la persona entre en una
etapa de autodestrucción, su sistema inmunológico no responde, se
contagia de toda clase de virus y su cuerpo no reconoce sus propias
defensas. Si no se corrige a tiempo puede ser la causa de cáncer en
el órgano asociado a la vibración del chakra afectado.
A
veces puede suceder que el cuerpo etérico se lastime formando alguna
grieta y esto repercute en el chakra mas próximo el cual también
sufre esa agresión. La personalidad se defiende y para proteger la
zona hace rígida la entrada de energía dificultando su transporte.
Cuando esto ocurre el resto del sistema de chakras trabaja para
compensar el déficit y es normal que la persona se sienta muy
cansada y como “descargada” de energía. Las causas por las que
se produce una agresión de ese nivel en el cuerpo etérico son tema
para otro día ya que, por sí mismas, ocupan un capítulo aparte en
el tema de las energías.
Espero
que sea de vuestro agrado la explicación y sobretodo útil porque
todos estamos expuestos a estos cambios energéticos, todos somos
emisores y receptores de la energía vital, mis eternas gratitudes
por leerme, namasté.
Nota;
documentación adquirida en el libro “Maestro de sus chakras
Maestro de su vida” de Marie Lise Labonté
Muchas gracias por la informacion, todos estamos conectados, todos somos uno, Namaste
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