Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

jueves, 23 de febrero de 2012

¿QUÉ ESPERAS ENCONTRAR EN LOS DEMÁS QUÉ NO ESTÉ EN TI?

A menudo escucho; "Necesito creer en mi, se que tengo las capacidades necesarias para hacer lo que quiero hacer, pero no se porque no lo hago". También es muy común escuchar; "Algo o alguien me está frenando, está haciéndome imposible el que avanze en mis cosas".
 Estas son reflexiones o lamentos muy usados, las personas liberan por ahí su insatisfacción y, de ese modo, obtienen facilmente una especie de explicación que al mismo tiempo les consuela bastante, puesto que ellas en su ser interno realmente desean que su situación cambie y poder ser capaces de llevar sus vidas por los caminos y al ritmo que desean ir.
 Trasladar la responsabilidad de esta evolución parada al entorno es muy cómodo y todos en algún momento hemos usado este recurso el cual, por un cierto tiempo,nos libera de la tensión, de los miedos propios y hasta incluso de las culpas que sentimos al no poder ser capaces de llevar las riendas de nuestra vida. Como recurso puntual mientras nuestra voluntad se acomoda a las exigencias nuevas puede servir, pero el problema viene cuando nos instalamos permanentemente en esa tesitura de "yo no soy responsable de mis carencias, siempre hay circunstancias externas que me condicionan".
 No tomar las riendas de nuestras decisiones y dejar que "los otros" sean los que conducen el carro de la vida está muy bien si lo que deseas es permanecer en la ignorancia y en la indolencia. Puede ser una forma de vivir y de hecho hay muchas personas que lo practican, es su elección de vida y es cierto que siempre encontrarán personas dispuestas a decidir por ellos, así que todos contentos. Pero ¿qué ocurre con aquellos que no se resignan a ser conducidos pero que tampoco quieren el mando?...pues que se convierten en los eternos quiero y no puedo de la pandilla.
 Son los clásicos amigos que siempre necesitan el apoyo del grupo, el reconocimiento de sus actos y, si tropiezan con alguien que les lleve la contraria, se reafirmarán enseguida en su creencia de que "siempre hay alguien que me quiere fastidiar". Son propensos a apuntarse a todos los cursos de crecimiento personal habidos y por haber, prueban todas las terapias que pueden, siempre a la búsqueda de aquel remedio mágico que les va a devolver algo que sienten que han perdido, algo que ni ellos mismos reconocen, pero que sin duda se llama Responsabilidad y Compromiso con ellos mismos. Suelen tener una surtida biblioteca de libros de autoayuda (no vaya a ser que me pierda el último best seller del famoso gurú de turno y resulte que ahí estaba la clave de mi sanación!), pero no subrayan ni una sola de sus líneas, tienen el libro encima de la mesa mientras disfrutan del programa de la tarde del televisor. Pero el libro está ahí, donde tiene que estar. No hay compromiso, ni esfuerzo y así es imposible que se obtengan resultados. Nadie sube una montaña hacia abajo.

1 comentario:

  1. Muy buen articulo Flori, estoy de acuerdo con lo que dices.

    Lo que pienso yo también que hay una gran falta de auto conocimiento, conocerse a uno mismo es esencial, pero hay gente que le cuesta o hay que no le gusta conocerse a si misma, por una falta de autoestima, por algún trauma infantil, lo que sea y allí es donde radica un gran fallo, porque no se logra conectar con uno mismo y así adquiere la personalidad o las decisiones de otro y no viven realmente su vida... Ya puedes tener todos los libros de autoayuda del mercado, pero si no empiezas por ti...

    Un abrazo Flori!

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