Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

jueves, 9 de febrero de 2012

¿Curar o sanar?. Sanación Reiki, un camino de vida.



Cuando enfermamos tendemos a aunar una serie de síntomas, ya sean físicos o psicológicos, y los etiquetamos con una sola descripción, así decimos, tengo una úlcera en el estómago, tengo migrañas, tengo la gripe, etc...Esta economía en el lenguaje es muy práctica, nos permite adelantar en el trasiego de la curación hospitalaria o ambulatoria y hablar todos, personal sanitario y pacientes, un mismo lenguaje para hacer posible el tratamiento médico. Sin embargo, la inmensa mayoría de las veces nos deja una sensación de “falta de atención” hacia nosotros, y no me refiero al actual estado precario de la sanidad en nuestro entorno, sino a que hay un aspecto de nuestro malestar que con la medicina tradicional no se ha sanado. En Reiki actuamos en ese punto principalmente. Reiki no es una alternativa en sí mismo a la medicina tradicional, sino mas bien su complemento ideal. Los terapeutas de Reiki no deberíamos decir “voy a curarte...”, sino que las palabras adecuadas deberían ser; “ voy a ayudarte a que tu mismo te sanes”. Sanación, que no curación, es la premisa de Reiki y su única razón de ser. La curación es un hecho , un proceso real, medible y puntual en el tiempo y en el espacio, la sanación en cambio es un camino largo de superación y aceptación donde caben las curaciones, tanto del cuerpo como del alma, y cuyo compromiso nos incita a reunir en nosotros todos los recursos de los que disponemos para realizar ese trayecto de vida. Sin compromiso no hay sanación posible.
Como ejemplo visual de esto imagino un río cuyas aguas se deslizan juguetonas hacia el mar, sorteando piedras, diques o vegetación. Si tuviera que caminar por él diría que las piedras que me sostienen en algunos momentos puntuales serían las curaciones que he tenido a lo largo de mi vida, pero la corriente del agua del río que envuelve mis pies es la fuerza de mi propia sanación que me señala un trayecto, la energía vital que fluye en torno a mis pies sanando a cada paso que doy diferentes cuestiones de mi alma que en su momento quedaron pendientes. Llegó el momento de sanar, llegó Reiki a mi vida y fluye el agua sanadora, me roza y sigue su curso. Toda sanación Reiki es un camino de vida.

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