Una pequeña reflexión que se me ocurre acerca del peso del karma y de la importancia del darma en nuestra vida ordinaria. Ciertamente que todos estamos creando karma con nuestras acciones no acertadas en el día que transcurre, pero también muchas otras veces sumamos darma a nuestro haber. Eso es bueno. Creamos karma y creamos darma. Estamos siempre balanceándonos en un universo material que nos pone las cosas un poco difíciles, la verdad. Porque además los seres humanos somos frágiles como mariposas, y nuestra fragilidad viene por nuestros deseos. Siempre deseamos cosas, eso nos hace frágiles ante el karma. "No nos dejes caer en la tentación..." ¿recuerdas?. No nos dejemos sucumbir ante los deseos. Pero somos seres no perfectos, sino seríamos Budas, y no lo somos aunque aspiremos a serlo tal vez algún feliz día. Por eso es tan importante no desear nada, o desear lo menos posible. Y también es importante ir creando darma. Eso es fácil también. No se necesita mucho esfuerzo, está al alcance de todos nosotros y son pequeños o grandes gestos hacia el bien común. pensar en el bien común, sonreir, trabajar con alegría...muchas cosas son darma en nuestra vida. No vale la pena angustiarse, nadie es tan malo ni tan bueno y al final todo se recoloca en su sitio con mucha naturalidad y mucho amor. Nadie hereda karma de nadie, todos tenemos que caminar con nuestros propios pies.
águila dorada
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