Ultima entrega;
Para practicar la meditación de la conciencia plena de la mente necesitamos renunciar a algunas cosas,por ser obstáculos en nuestro propósito. Renunciamos a querer sólo disfrutar con la práctica, también a sentir pereza, renunciamos a olvidarnos del objeto de la meditación. También renunciamos a sentir nuestra mente hundida o nuestra mente activa. La mente activa hace que tu ánimo suba, si está excesivamente activada, tu mente viaja fuera de ti creándote ansiedad. La mente hundida hace bajar el ánimo, va dentro de tí haciendo que pierdas el interés por las cosas, nada te importa, creándote depresión.
Estas dos mentes son obstáculos para la meditación. Para meditar estas dos mentes han de estar equilibradas, aunque cuando tienes una mente hundida o una mente activa no las reconoces, puede ser que tu no sepas que en el momento presente tienes una de las dos mentes y simplemente te cueste mucho gobernar tu mente y no seas consciente de que estás muy activado o muy hundido. Puede ser también que pierdas tu tiempo de meditación analizando el estado de tu mente, entonces esto se convierte también en un obstáculo para tu meditación. Por eso, preparar tu mente es importante para quitar obstáculos.
Si nuestra mente está activa o si por el contrario, está hundida, en ambos casos podemos usar varios conceptos que nos ayudarán en nuestra meditación, como son; la creencia en la práctica de la meditación, una clara percepción del momento presente, la conciencia plena de la mente y valorar, estudiar la calidad de tu meditación.
Algunas recomendaciones para practicar la meditación de la conciencia plena de la mente son;
Si meditamos con un objeto, en las distintas prácticas hemos de cambiar el objeto a fin de no apegarnos a él, evitando de este modo volvernos adictos al objeto. En este tipo de meditación, cuando miramos el objeto solo tenemos que ver el objeto. No tenemos que ver colores, ni formas extrañas, porque pueden distraerte de ella. Si persiste la aparición de algo, será quizás por alguna causa física, en cuyo caso es mejor no insistir.
Sin una mente estable no tenemos el momento presente de la mente y sin el momento presente de la mente no hay posibilidad de llegar a la conciencia plena de la mente, las dos características las necesitamos para todo en nuestra vida.
Para reforzar el hábito de la meditación o para centrar nuestra mente podemos recitar 108 veces el mantra "Conciencia plena de la mente", poniendo la conciencia al recitarlo, si nuestros pensamientos aparecen, retomamos el mantra una vez se hayan ido.
Al meditar con el objeto, nuestra mente ha de estar en su mayor parte centrada, fijada en él, en un 90% a de estar plenamente presente en la meditación. El 10% restante va a quedar percibiendo lo que sucede a nuestro alrededor, sin que eso interfiera en nuestra meditación. Es decir, si escuchamos un sonido, lo identificamos, pero no lo analizamos, simplemente dejamos que pase por nuestra mente sin retenerlo. Podemos recitar el mantra "pienso que no pienso" para vaciarnos de los pensamientos.
Para adiestrar nuestra mente a la práctica de la meditación consciente, podemos hacer el siguiente ejercicio; imaginamos que nuestra mente es un arco con el cual vamos a disparar una flecha (nuestra atención) sobre el objeto de la meditación. Tensamos el arco durante 7 seg, concentrando nuestra mente en ese momento fijo. Mantenemos esta concentración. Seguido nos relajamos 3 seg, destensando el arco. Así sucesivamente, el tiempo que se aconseja para meditar en total no debe exceder los 10 min,en el principio de las prácticas.
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