Si alguien duerme placidamente en su oasis ficticio de bienestar y autocomplacencia allá él, respetemos su descanso, nadie sabe que es lo que lo mantiene así de dormido. Tendrá su propio proceso de ensoñación. Sus velos están firmes, resistentes, dejémosle así por mas que nos duela, NADIE DEBE SER DESPERTADO SIN QUE SU PROPIO SER INTERVENGA, pues el resultado sería nefasto, un retroceso en el camino evolutivo de esa persona y, de rebote, en el "iluminado ansioso" que quiso intervenir.
Los que estén lúcidos dentro de sus sueños están desarrollando un gran trabajo, no solo para si mismos, sino para toda la especie humana.
La Humanidad entera duerme todavía, pero muchos son los que manejan ya sus sueños.
Estamos en pleno proceso de amanecer de nuestro planeta frente a nuestra estrella, el sol, y es por eso que comienzan los despertares colectivos, poco a poco, igual que cuando uno se despierta en su cama después de una larga noche de oscuridad y silencio, comienza a tomar lentamente conciencia de donde está ubicado, de como siente su cuerpo, estira sus brazos, bosteza...así es como estamos todos; reconociéndonos en este nuevo día planetario.
Las lagañas cubren nuestros ojos y apenas nos dejan ver con claridad el nuevo día, pero a medida que seamos mas conscientes de donde estamos y de nuestra labor para este nuevo día, veremos con claridad absoluta, los velos caerán para los despiertos, y veremos con el OJO SIMPLE, el tercer ojo, la visión verdadera del nuevo hombre en la Tierra.
Un cambio maravilloso se produce dentro de nuestro cerebro, quizás nuestra generación no lo desarrolle plenamente, pero somos los iniciadores.Nuestro cerebro es nuestro cielo, lo protegemos mucho fisicamente, está rodeado de grandes y resistentes protecciones pues en su interior está el tesoro de nuestro SER, nuestra glándula PINEAL.
La importancia de esta glándula es tan grande que, para llegar a ella desde el exterior sería necesario destrozar el cerebro. Nadie desde el exterior puede manipular la glándula Pineal. Solo el trabajo interno de cada cual puede modificarla. Es la glándula del DIOS VIVO EN TI.
Al despertar del sueño que hemos compartido la humanidad durante tantos años, la glándula pineal vibrará de manera que cambiará toda la estructura energética del cuerpo. Nuestro voltaje eléctrico será mayor, irradiaremos mayor cantidad de LUZ, puesto que necesitamos mas información, seremos mas sabios y a la vez menos densos.
Todo este proceso modifica también nuestro magnetismo, el agua que contenemos cada uno de nosotros en nuestras células, ha de purificarse. Está muy contaminada, muy sucia, nos crea ahora un montón de dolencias tan solo por sus toxinas pútridas. Con el cambio de vibración eléctrica también nuestro campo magnético cambiará.
Creamos en ello o no, todo eso ya está sucediendo, nos está pasando en nuestro interno. Podemos llamarlo de muchas formas; resistencias, enfermedades, accidentes, malestar, desarmonía, depresión, ansiedad, estrés..., es igual, todo es igual, porque todo forma parte de ese cambio vibracional eléctrico-magnético.
Nuestra misión en la Tierra es HACERNOS PARAÍSO.
El Edén no está fuera de nosotros.
Florinda.
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