Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

lunes, 15 de julio de 2013

JUGUETES ROTOS

CLEVELAND


Los protagonistas;


Ariel castro. Secuestrador. Puertorriqueño de nacimiento, trabaja como conductor de un autobus escolar durante el periodo de las desapariciones de las muchachas. Su amigo Joe Popow asegura que Castro le ha confesado “estar trabajando para la CIA”. (Agencia Central de Inteligencia). Su familia mantiene contactos con políticos locales y son dueños de algunos negocios. Sus dos hermanos Onil y Pedro Castro han sido investigados también en relación con los secuestros, aunque al parecer, no se hayan implicados. La casa donde permanecían secuestradas las chicas era de Ariel Castro, el número 2207 de la Avenida Seymour. En dicha casa, durante la investigación policial, se haya una carta de Castro, fechada en 2004, autoinculpándose de sus crímenes y citándose a sí mismo de “depredador sexual”. Una carta sin destino, a modo de confesión, estrategicamente olvidada en el escenario de los hechos.


Las muchachas.
Amanda Berry, la primera en querer escapar, secuestrada cuando contaba con 17 años de edad. Tuvo una hija con su secuestrador que ahora tiene seis años. Golpeó la puerta hasta conseguir llamar la atención de un vecino quien a golpes la derribó liberando así a las chicas. Fue la que llamó a la policía de Cleveland:
transcripción de la llamada de Berry.
Amanda: ¡Ayúdeme, ayúdeme! Soy Amanda Berry.
Operador: ¿Necesita a la Policía, a los bomberos o una ambulancia?
Amanda: Necesito a la Policía.

Amanda Berry cuando tenía 16 años, en una foto distribuida por el FBI.
Operador: Vale, ¿y qué está pasando?
Amanda: He estado secuestrada y llevo desaparecida 10 años y... y estoy aquí, ahora soy libre. [Solloza]
Operador: Vale, ¿cuál es su dirección?
Amanda: 2207 Seymour Avenue.
Operador: 2207 Seymour. Parece que me estás llamando desde 2210.
Amanda: ¿Eh? No le oigo
Operador: Parece que me estás llamando desde 2210.
Amanda: ¡No le oigo!.
Operador: Parece que me estás llamando desde 2210.
Amanda: Estoy en la acera de enfrente, estoy llamando por teléfono.
Operador: Vale, quédese ahí con esos vecinos y hable con los agentes de policía cuando lleguen.
Amanda: Vale..
Operador: Hable con los agentes de policía cuando lleguen.
Amanda: Vale, ¿hola?
Operador: Sí, hable con los agentes de policía cuando lleguen.
Amanda: Vale, no quiero marcharme ahora mismo.
Operador: Le enviaremos a alguien tan pronto como tengamos un coche listo.
Amanda: No, necesito que vengan ahora, antes de que él vuelva.
Operador: Vale, se los mandamos ahora, ¿vale?
Amanda: Vale.
Operador: ¿Quién es ese hombre que ha salido?
Amanda: Su nombre es Ariel Castro.
Operador: ¿Cuántos años tiene?
Amanda: Tiene como 52 años, y yo soy Amanda Berry. He estado en las noticias durante los últimos 10 años.
Operador: Sí, lo he entendido, querida, ¿me repite el nombre del hombre?
Amanda: Ariel Castro.
Operador: ¿Cómo va vestido?
Amanda: No lo sé porque no está aquí ahora mismo.
Operador: ¿Cómo iba vestido cuando salió?
[Amanda llora]
Operador:La Policía está en camino, hable con ellos cuando lleguen. Le digo que están en camino, hable con ellos cuando lleguen.
Amanda: Vale, adiós.


Michelle Knight. Tenía 20 años cuando fue secuestrada y sometida a constantes brutalidades. Tuvo numerosos abortos, cinco, su rostro se deformó por las palizas que le propinaban. Su procedencia era ya una calamidad, sus padres estaban separados y cuando ocurrió el secuestro estaba haciendo frente a un juicio por la custodia de su bebe, fruto de una violación de un compañero de estudios. La madre de Michelle denunció la desaparición de la chica 15 meses después de que esto ocurriera.
Michelle ha manifestado:
Puede que haya sido un infierno en mi pensamiento y en mi espalda, pero estoy lo suficientemente fuerte como para caminar por el infierno con una sonrisa en la cara y la cabeza bien alta. No voy a dejar que la situación defina quién soy. Yo voy a definir la situación. Yo no quiero ser consumida por el odio”. Añadió que espera iniciar una "nueva vida".
Tras su liberación Michelle quería hacer importantes declaraciones pero, casualmente,fue llevada directamente al hospital, donde permaneció unos días. También “casualmente” su ficha policial no se encuentra, ha desaparecido de los archivos de la policía. Después de salir del hospital fue acogida por la familia de otra de las víctimas;
Gina de Jesus, quien contaba con 14 años de edad al ser secuestrada.
Testimonios de vecinos cuentan como les vieron en algunas ocasiones desnudas, atadas con correas como de perro, andando a cuatro patas por el jardín de la casa, así como observaban a una niña pequeña, la hija de Amanda, que permanecía largos ratos observando la calle desde una de las ventanas. Según estos vecinos ellos habían efectuado llamadas a la policía denunciando estos hechos, pero las llamadas eran desestimadas y nunca fue visitada la casa para averiguar que estaba ocurriendo. El escaso interés policial por este caso se hace extensivo también al resto de secuestros-desapaciones ocurridos en la misma zona de Cleveland, como por ejemplo, el de Christina Adkins, desaparecida el 11/ enero/ 1995, muy cerca de la casa de Ariel Castro, con 18 años de edad y estando en su quinto mes de embarazo. También el de Ashley Summers, desaparecida el 11/ Julio/ 2007, en el mismo territorio de Ohio.
En los últimos años un total de 24 niñas han desaparecido en Cleveland


ANTIOCH ( CALIFORNIA)


En 1991, Jaycee Dugart, de once años de edad, es secuestrada por el fanático religioso Phillip Garrido y su esposa Nancy, mientras esperaba el autobus en Souht Lake Tahoe. A los catorce años dió a luz a su primera hija, fruto de las violaciones a las que era sometida, después tuvo otra segunda hija. Tras la desaparición de la muchacha la familia acusa a la policía de falta de atención para resolver el caso.
Un agente observa un día a Garrido quien, en compañía de sus dos hijas, acude a la calle a promocionar sus creencias religiosas. El agente lo relata de esta forma:

“Los secuestradores fueron descubiertos después que la policía descubrió a Garrido mientras repartía literatura religiosa en la Universidad de California, con las dos niñas. Acción que levantó sospechas dado que, Garrido tenía una condena de  abuso sexual, y estaba en libertad bajo custodia, y el hecho de estar con niñas pequeñas llamó rápidamente la atención. Una agente de policía aseguró que las dos niñas que acompañan a Garrido actuaban como si fuesen “robots”.
La oficial de policía Ally Jacobs fue contactada por una persona que trabajaba en la Universidad que dijo:  “La muchacha más joven me estaba mirando directamente a los ojos y era casi como si estuviera viendo en mi alma. La niña mayor seguía mirando a su padre como en un estado de adoración. Tenían esa mirada extraña en sus ojos como zombis a los que le lavaron  el cerebro. Sus ropas eran como “La Familia Ingalls”. Sabía que algo no estaba bien “.”
Finalmente, Garrido tomó a su hija mayor y le dijo: ” Estoy tan orgulloso de mis niñas. Nunca dicen malas palabras. Las educamos correctamente. Ellas no saben nada malo del mundo. ”
Garrido, tras ser arrestado, declaró que había dejado en manos del FBI unos documentos que “ van a dar titulares en todo el mundo. Estos documentos cuando lleguen a los medios, la prensa, se convertirán en una noticia mundial inmediatamente. Hay una investigación en ellos. El gobierno federal acabará estando involucrado”. Por supuesto, ningún documento ha sido expuesto a los medios en relación con esto, lo cual no es prueba de que no existan. Durante el secuestro de Jaycee, la opinión pública fue manipulada en el sentido de hacerle creer que fue el padastro de la niña, Carl Probyn, el autor de su desaparición, aunque nunca hubieron pruebas en su contra, hicieron pasar al matrimonio por un doble calvario.


VIENA. Donaustadt

Natasha Kampusch. Secuestrada a los 10 años de edad, el 2 de marzo de 1998, hija de padres separados y sobre los cuales recaen sospechas de complicidad en el secuestro, su secuestrador, Wolfgang Priklopil, un técnico electrónico que, sospechosamente, tiene como ordenador personal un antiguo Comodore 64, el único aparato que la policía encuentra en su casa para sr investigado. Una cosa cuando menos extraña. A las pocas horas de la liberación de Natasha, Wolfgang “se suicida” arrojándose a las vías del tren.
En la investigación judicial del caso se han sucedido los siguientes hechos;
Cuando se cumplen 14 años del cautiverio de Natasha Kampusch el parlamento austriaco quiere reabrir el caso;
Cuando se cumplen 14 años del secuestro de Natascha Kampusch, una comisión del Parlamento austriaco se dispone a solicitar la reapertura del caso, y el propio Gobierno ha reclamado ya la ayuda del FBI y de la Oficina Federal de la Policía Criminal alemana. La ministra del Interior, Johanna Mikl-leitner, ha puesto un límite, con todo, a la intervención extranjera: no podrán interrogar a los testigos, solo realizar nuevas pruebas de ADN, para dejar constancia de que el Gobierno austriaco no oculta nada ni tiene extraños intereses en el caso.
La decisión, recibida con poco entusiasmo por la propia Kampusch, ha reavivado en Austria una agria batalla que afecta a la clase política, a los medios de comunicación y a la opinión pública, entre los que dudan desde el principio de la versión de Kampusch y los que consideran que el caso ha sido tergiversado por las teorías conspirativas. ¿Acaso no hay siempre pequeñas lagunas, preguntas sin respuesta detrás de todos los casos mediáticos?
Lo cierto es que la comisión, presidida por el diputado conservador Werner Amon, e integrada por miembros de los cinco partidos con representación parlamentaria, parece claramente inclinada del lado de los que dudan. Su principal promotor es un viejo conocido de la opinión pública austriaca, el magistrado Johann Rzezut. Rzezut, de 71 años, expresidente del Tribunal Supremo, lleva años insistiendo en la tesis de que el secuestro de Kampusch no fue, no pudo ser, obra de una única persona. Lo defendió por primera vez hace cuatro años, como miembro de la comisión encargada de evaluar los errores cometidos por la policía austriaca tras la reaparición de Natascha, el 23 de agosto de 2006. A la cabeza de aquella comisión figuraba Ludwig Adamovich, expresidente del Tribunal Constitucional, quien defendió en 2009, en declaraciones a este periódico, la misma tesis. Pero la posterior investigación de la fiscalía de Graz no le dio la razón. El informe final sostenía que hubo un solo secuestrador, que se arrojó a las vías del tren cuando Natascha logró fugarse. Punto final.
Rzezut, sin embargo, no se quedó tranquilo. Un día se sentó ante su escritorio y redactó un informe de 25 folios donde se recogían todas las alegaciones posibles al caso cerrado en falso, a su juicio. Todos los testimonios descartados sin motivo, las pruebas perdidas, los errores, los indicios no comprobados. Y dirigió el informe al Parlamento Federal, donde se creó una nueva comisión encargada de revisar toda la documentación del caso. El primer informe excluyó que la Fiscalía hubiera cometido errores de bulto. Pero Rzezut volvió a la carga hasta lograr que se reexaminara de nuevo el caso Kampusch.



¿Por qué lo hizo? ¿Por qué tomarse todas esas molestias con un asunto envenenado que divide al país?
“Soy juez, y he sido educado en el principio de que la verdad debe prevalecer. De que hay que buscar la verdad”, responde Rzezut en conversación telefónica desde Viena. Pero además de esas razones morales hay otra, más personal, que le ha llevado a convertirse en el pepito grillo de policías y fiscales. La muerte de un estrecho colaborador, el inspector Franz Kröll, que dirigió la última investigación policial, y las anotaciones que dejó sobre el caso, han sido un resorte clave en la movilización del magistrado. Kröll se pegó un tiro en su domicilio en junio de 2010, dando pábulo a toda clase de teorías conspiratorias. “Yo creo que se suicidó realmente. Pero tomó esa decisión bajo la terrible presión que sufría. Le obligaban a cerrar el caso a toda costa”, explica el juez Rzezut. Las notas de Kröll no dejan duda sobre su convicción de que el secuestrador Wolfgang Priklopil tuvo, al menos, un cómplice. “Su suicidio y los papeles que dejó me decidieron a alzar la voz, y pedir con mi informe la intervención del Parlamento. Quería que la ministra de Justicia, como última garante de la administración de justicia en este país, asumiera la cuestión”.


Lo que Rzezut considera inadmisible es que se haya pasado por alto el testimonio de R. I. A., entonces una niña de 12 años, que vio con sus propios ojos cómo Natascha era secuestrada la mañana del 2 de marzo de hace 14 años, y que se ha mantenido firme desde entonces en señalar que vio a dos hombres en la escena. Uno se encargó de coger a la víctima, el otro le esperaba al volante de una furgoneta blanca que arrancó de inmediato, nada más embarcar a su presa. Una versión que choca de frente con la de Kampusch, que jura y perjura que su tragedia tuvo un único actor: Wolfgang Priklopil.
Fuente; www.el país.com
Natasha Kampusch ha tenido relaciones con el aristócrata Mario-Max Schaumburg- Lippe, de la casa real de Dinamarca, mediante el cual tenía vías de acceso con la vieja aristocracia europea.
BELGICA.
Marc Dutroux, el secuestrador y “provisionador de niñas”, condenado a cadena perpetua, por el secuestro, violación y tortura de seis pequeñas y por el asesinato de otras cuatro niñas, era solo el eslabón de una cadena de monstruos pederastas, asesinos, que en su delirio enfermo ejecutaban sin piedad las mayores vejaciones a unas inocentes niñas, practicando el sadomasoquismo, filmándolas en grabaciones y utilizándolas como exclavas sexuales en ritos secretos.
Ironicamente, los actores de esta monstruosa realidad, mantienen como inicial la letra M en sus nombres de pila. Otra extraña casualidad en un horrendo mundo lleno de ellas;
Marc Dutroux, secuestrador y asesino.
Michelle Martin; mujer de Dutroux, acusada de cómplice, después de unos años en la cárcel ha sido trasladada a un convento de monjas Clarisas, concretamente de doce monjas, donde reside actualmente. ¡Que final tan dulce y pacífico para esta asesina!...acogida por “la compasiva hospitalidad de unas monjitas”, claro que ya es sabido el poco castigo que la iglesia otorga a los pederastas en general.
Michel Nihoul, tercer acusado del caso y presunto contacto con la red de sadomasoquistas a los cuales abastecía Dutroux. Decía hacerlo a canvio de drogas o dinero, aunque él personalmente no participaba en las violaciones.
Michel Lelieve, cuarto imputado, después absuelto por falta de pruebas, era en realidad el que daba las órdenes de secuestrar. Un tipo con muchos contactos influyentes, empresario amigo de políticos belgas, jueces y policias, ¿a alguien le extraña que no se consiguiera probar su participación en los secuestros...?
De nuevo nos encontramos frente a una nefasta actuación policial y judicial, desparición misteriosa de pruebas y extrañas sustituciones de jueces. El juez del caso Jean Marc Connerotte es sustituido imperativamente por el juez Jacques Langlois cuando el primero se disponía a reclamar nuevas investigaciones del caso, entre ellas el análisis de mas de 6.000 cabellos recogidos en el zulo donde permanecían las niñas.
Otro juez, Hubert Massa, de 53 años, se dispara una bala a la cabeza “casualmente” el día después de haber compartido una cena con el ministro de Justicia belga Tony Van Parys. No deja ninguna carta. La revista alemana Spiegel dice de Massa;
El juicio de Dutroux - supuestamente fue suspendido durante tanto tiempo porque se carece de pruebas. Mientras tanto, varios testigos han sido asesinados o murieron de una manera extraña, según informa la revista Der Spiegel. Políticos belgas están tratando de llevar el caso en el olvido, debido a la prominencia política, obviamente, estaba enredado en ella”.
Marc Dutroux tenía a su nombre veinte cuentas bancarias. Una de sus declaraciones fue; “ la gente se empeña en creer que yo soy el centro de todo, pero se equivocan. He hecho cosas de las cuales yo NO SOY EL MOTOR. He sido instrumentalizado por otros, que a su vez han sido instrumentalizados por otros.”

Conclusiones, o mas bien debería de cedir interrogantes, y ciertas hipótesis debido a las extrañas casualidades que se dan en estos y muchos otros casos mas de secuestros de niñas en todo el planeta;
La mayoría de las víctimas provienen de familias desestructuradas, con padres separados y algunos violentos y abusadores de ellas. A su vez, la mayoría de los secuestradores son hombres de perfil bajo, sin recursos económicos propios ni trabajo definido, pero que sospechosamente no necesitan trabajar para mantener su nivel de vida.
Los constantes abusos sexuales indican la preferencia de ritos sádicos y la despersonalización tajante de las niñas, las cuales pasan a ser posesiones de sus “amos”.
Luis Carlos Campos, autor de la web Contraperiodismo. Matrix, defiende la teoría de que los abusadores sádicos son miembros de el conocido MK ULTRA, plan de control mental para las masas. Esta gente es muy dispuesta a utilizar ciertos códigos a modo de distintivo, como por ejemplo la edad de la mayoría de las niñas al ser raptadas y que ronda los once años de edad. El mismo Dutroux tiene su “iniciación” en el grupo con una primera violación a una niña de esa edad.
Los suicidios de los secuestradores no son estudiados, ni se efectuan autopsias a los cadáveres. Desparecen extrañamente pruebas de los archivos policiales. Los jueces “incómodos” se reemplazan sin explicaciones y las causas suelen eternizarse en los juzgados.
En el caso belga, se habló por vez primera de una sustancia, un fuerte somnífero, el ROHIPNOL, que causa amnesia: “En efecto hay algunas drogas que han sido clasificadas y utilizadas para abusar sexualmente de personas que no se dan cuenta, en las que el suceso pasa inadvertido.
Esta droga ha provocado una preocupación más entre los jóvenes y sus familias, sobre todo porque su uso se ha extendido mucho como la droga de “date rape”, o de violación durante una cita y es colocada en la bebida alcohólica de la víctima sin que se de cuenta.
La más utilizada es el flunitracepam, conocido comercialmente como Rohypnol, un anestésico quirúrgico que al mezclarse con el alcohol ocasiona un efecto incapacitante para la víctima, quien no puede defenderse de la agresión sexual.
Tiene efectos sedativos e hipnóticos que además incluyen amnesia, por lo que la víctima no recuerda lo sucedido.” (www.esmas.com)
Quizás el uso de este tipo de drogas permite que las víctimas no recuerden, al menos aparentemente, si otros hombres abusaron de ellas, al menos las que han sobrevivido, porque las que murieron nada nos pueden decir al respecto.



Fuentes consultadas para realizar esta nota;
www.esmas.com
www.elmundo.es
www.bbc.co.uk
www.teinteresa.es
www.es.paperblog.com
www.adeguello.net
www.elpais.com
www.contraperiodismo.ning.com



Mollet 14 / Julio / 2013.
Barcelona, España.
Florinda Ramos Gil.

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