Creo que hoy empiezo a comprender. Apenas un pequeño resquicio de la inmensa luz y ya me ciega. Cegarse en esas circunstancias es con mucho lo mejor que me puede pasar, o que de una vez entre tanto aire, tanto tanto aire....que estallen mis pulmones y mis venas expulsen la sangre como si fueran chorros de vida martirizados. Pero eso sería demasiado simple, absolutamente prosaico e inútil para todos.
Todos están dentro mio, por eso a menudo me siento tan cansada, con ese cansancio que no es físico, ni mental, nisiquiera del alma, es un cansancio del espíritu que arrastra siglos, siglos y siglos de barbarie humana. Porque yo estuve allí, como tu y como todos, sobre el barro, bajo la cruz, entre las llamas de aquel fuego o en las entrañas podridas del barco de esclavos, vomitando amargura por todos los poros de mi piel. Es por eso que el dolor ya no se siente ni se razona, solo se acepta una y otra vez, y regresan los demonios y las víctimas se someten. ¿Hasta cuando?, hasta cuando, hasta cuando.
"No hay llanto de los hombres que no me duela,
ni lluvia que cayendo sobre el mundo no me moje
si estoy pisando la tierra que tu andas
si soy sombra en la luz que me acompaña
si escucho las voces de los vientos
no hay risas de los hombres que no sienta
ni nubes que me ignoren
y no descarguen sobre mi
ni sol que no caliente mis mejillas
si por el mismo camino encuentro a tantos
con el pecho desnudo, regalando rubies corazones
¿como puedo escapar de ser, siendo?
¿como voy a trascenderme, deshaciendo
el trabajo de siglos de existencia?
si respiro y veo y siento tanto
aunque no llore se que no hay llanto
que resbale en mi piel y yo lo ignore...."
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