Estoy en una habitación que parece una sala de estar, acogedora, con sofás, butacas, libros. Hay un señor sentado, el cual reconozco, nos saludamos amablemente. Sentado detrás de una mesa de despacho hay otro señor. Este no me es conocido en mi vida real, pero en el sueño lo reconozco como maestro mío. Me sonríe mientras me acerca una bandeja azul con tres piedras. Me pide que las tome, las sienta y averigue que me dicen. La primera que tomo es una uraninita, tiene una construcción en forma cubos pegados, de un color anaranjado con vetas grises y un tamaño considerable, he de cojerla con ambas manos, pero al hacerlo los cubos se despegan, compruebo que es fácil para mi despegarlos y no lo comprendo. Miro a mi Maestro y él sonríe. Me dice: así es, puedes despegarlos.No te preocupes, nada altera su composición, todas las partes del todo, son un todo.
Después me fijo en las otras dos piedras, son jaspes encarnados, grandes pedazos sin pulir, como recién sacados de la veta. Los sostengo en las manos y el Maestro me pregunta: ¿qué sientes?, yo los miro, sobre sus rugosidades y estrías aparece un brillo precioso, yo siento fuerza, energía, su color y su densidad me transmiten eso. Mi Maestro recoje la bandeja con las piedras y me dice: muy bien, ahora ya sabes qué hay que hacer.
Solo una objeción, ¡por favor, Maestro!....¿puede darme instrucciones mas precisas?.
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