Estoy contemplando una vitrina totalmente acristalada,de unos 60 cm de largo por 40 cm de ancho mas o menos, está cerrada en sus cuatro paredes.
Dentro de ella hay una drusa de cuarzos con variedad de elementos emergentes;puntas,cubos,formaciones en cadena,etc..,fluoritas,citrinos,amatistas,malaquitas,etc....A su lado hay una pequeña montaña de arena y sal mezcladas. La vitrina, en su interior comienza a subir de temperatura a la vez que genera aire que,al no poder huir,va rozando los cuarzos con mucha dureza, esto provoca que empiezen a saltar un haz de chispas de la drusa, salen en cascadas,luminosas, y parte de la matriz se desprende con los chorros de chispas.
Esto me preocupa,pero "se me dice" que no pasará nada,que no sufra por los cuarzos,y que tenga paciencia. La presión del aire aumenta,ya es viento que genera remolinos y lleva a las chispas hacia la montaña la cual las absorve.
Siento el inmenso calor que desprende la vitrina y al cabo de unos minutos el viento cesa,se oscurece la habitación y observo maravillada la fluorescencia de los cuarzos con impresionantes matices y brillos,transparencias irreales que cobran vida por unos minutos emocionantes.
Un bellísimo sueño del cual debo de aprender ¿quizás qué lo que nuestros ojos ven no es ni la milésima parte de la belleza verdadera?....Quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario