Reflexiones, experiencias y todo aquello que me ayude a subir, desplegando alas, volando juntos...

martes, 1 de noviembre de 2011

Los servidores.

Antes de comenzar a leer por favor ten en cuenta que si no estás alineado con esta sintonía, si mis palabras no son claras y sinceras para ti, entonces te aconsejo que no lo termines. Todo está bien, nadie juzga a nadie, será solo que no es el momento adecuado y así evitaràs confundirte o sentir que perdistes tu tiempo.
Los servidores no somos seres especiales, ni privilegiados, ni tan siquiera tenemos dones fantásticos que usar para nuestros servicios, todo lo contrario, mas bien somos personas sencillas de buen corazón y escasos medios económicos, pero con una firme convicción de que consagramos nuestro tiempo a servir. Pero ¿qué quiere decir esto?, y sobretodo ¿a qué o para quién servimos?.
Creo que relatando mi propia experiencia es el modo en el cual me expresaré mejor. Como muchos mas niños en el mundo siempre me sentí diferente, la conciencia de niña pienso que nunca la tuve plenamente, puesto que tengo recuerdos de cuando era una bebé y con muy pocos años de vida en los cuales me dedicaba a observar lo que pasaba a mi alrrededor y mantenía diálogos conmigo misma, pero como si una parte de mi fuera adulta y la otra una niña. De este modo podía sintetizar los acontecimientos y sacar mis conclusiones las cuales muy a menudo eran muy desalentadoras. No comprendía casi nada de lo que veía que hacían los adultos. Para mi era todo muy grosero y sin sentido. Las personas gritaban mucho, se enfadaban, mentían, se emocionaban demasiado. Yo, la verdad, no me sentía de este planeta, así, literalmente, y eso me causaba sufrimiento. Habían bastantes cosas que me hacían sufrir, ver a las personas enfadadas o enfermas me hacía sufrir. Pero claro, yo solo era una niña y en mi pequeño mundo no tenía herramientas para liberarme de ese sufrimiento. Lo mas que podía hacer era enfermar yo misma y así sufría frecuentes neumonías, anginas y demás infecciones con unos episodios de fiebres altísimas. La situación familiar no fue buena en casi ningún momento de mi infancia y juventud y, aunque mi sentir no se modificó en apenas nada, si es cierto que estuve ocupada en formar una familia propia y por algún tiempo se puede decir que me desconecté de mi esencia. Aunque esa desconexión era mas aparente que real puesto que durante toda mi vida he tenido experiencias que se les puede llamar "extrasensoriales" las cuales sería muy extenso relatar ahora. Los años pasaron y en medio de la treintena me vino una experiencia vital extrema, pasé por una extraña infección que me tuvo al borde de la muerte pero gracias a una nueva experiencia sobrenatural decidí quedarme un tiempo mas aquí en la Tierra. A partir de ahí adquirí en conciencia plena mi voluntad de servicio activo. Ya no solo era un alma despierta sino que, por propia voluntad, me ofrecí a ser un alma de servicio para la Humanidad. Recuerdo bien aquel momento, que fue el cúmulo de muchísimos otros momentos de preparación por medio de mis guías y maestros. Sentí que debía de ofrecer mi servicio en una breve ceremonia y así lo hize. Desde ese instante supe que "me había cambiado el vestido". Guardo esa sensación que todos hemos notado alguna vez cuando estrenábamos ropa nueva; el confort de lo nuevo, su tacto agradable, su olor fresco, la viveza de sus colores, en fin...¡un nuevo vestido!. Pero no era un vestido de fiesta, sino mas bien era un mono de trabajo. A raíz de mi ofrecimiento los hechos se sucedieron rapidamente, se me proporcionó todo aquello que yo pedía para poder llevar a cabo mi servicio, ¡todo!, tiempo, dinero, personas, todo cuanto era necesario para yo poder actuar, así se me dijo, tal y como ya hacía tiempo que actuaba pero en otra dimensión. Las personas que necesitaban colaborar conmigo lo hicieron, y hoy en día todo ello se sigue cumpliendo, sin que yo sufra ni me preocupe por "los detalles". Por esto puedo decir que cuando un Servidor está preparado para ejercer su Servicio, lo primero que ha de hacer es relajarse, despreocuparse para sencillamente OCUPARSE. Un Servidor es un instrumento, un camarero que sirve la comida, pero no es el cocinero. Un Servidor no ha de sufrir por si tal cosa se podrá llevar a cabo o no, no es ese el pensamiento adecuado. Mas bien a de hacer posible que las cosas que se dan de forma natural sean realizadas con los medios que se le proporcionarán. Un servidor siente la Voz Interior que le dice; Mañana ha de sonar música en el parque. EL Servidor dice; "estoy preparado, no tengo instrumento, pero se que para entonces ya lo tengo" y sale a tirar la basura esa noche a la esquina de su casa y ¡Oh, sorpresa, una maravillosa guitarra está recostada en la pared esperándole!. Creedme, es así como funciona, lo he vivido tantas veces que doy fe de ello. Los Servidores tenemos, ante todo, una fe indestructible en que todo , pase lo que pase, es siempre por un bien mayor para todos. No se por cuanto tiempo mas estaré aquí, en este mundo, pero sea el que sea continuaré con mi Servicio con mi mejor voluntad y la alegría de saber que formo parte de una gran, gran familia de humildes pero firmes Servidores de la Humanidad, un águila mas volando por los cielos. Doy las gracias a todos, saludo a vuestro SER. Namasté.

2 comentarios:

  1. Yo me siento como tu y comparto lo que dices, que la fe en Dios y en la vida, como servidores nos lleve al lugar donde tenemos que estar y vivir de la forma que tengamos que vivir.
    Besos a todos mis hermanos de la Gran familia de la Humanidad. Yolanda

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  2. Gracias por comentar Yolanda, que bueno saber que somos tantos compartiendo sintonía de amor, es fantástico!!

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